Ha muerto un héroe
La Asociación de Descendientes del Exilio Español siente una inmensa tristeza al recibir la noticia del fallecimiento de José Antonio Alonso Alcalde, comandante Robert; guerrillero antifascista.
Nos deja el testimonio de una vida ejemplar; en 1936, cuando se produce el golpe de Estado por el general Franco, se alista como voluntario en las milicias para defender la legalidad republicana. Participó de manera activa en diversas batallas y al finalizar la guerra cruzó con su batallón el Pirineo camino del exilio. Fue internado en los campos de Argèles sur Mer y Saint Cyprien y posteriormente destinado al Servicio de Trabajo Obligatorio, participando en la construcción de carreteras en la Línea Maginot. Con la ocupación de Francia por el ejército de Hitler se incorpora al XIV cuerpo de guerrilleros en la resistencia. Con sólo 25 años es nombrado, por parte del Partido Comunista, Jefe del Estado Mayor de la Tercera Brigada de Guerrilleros Españoles en el sur de Francia, al frente de 300 guerrilleros.
El 23 de agosto de 1944 la Agrupación de Guerrilleros Españoles bajo su dirección toma la ciudad de Foix. Posteriormente apresaron una columna de 1.350 soldados del ejército alemán que se rindieron después de muchas horas de duros combates. Fue decisiva su intervención en la liberación de las regiones próximas al Pirineo.
Una vez derrotado el nazismo en Europa el objetivo es acabar con el fascismo en España. Participa en la operación Reconquista en el valle de Arán. El PCE consideró que los guerrilleros podrían repetir las hazañas desarrolladas en la resistencia contra los nazis; el comandante Robert, como militante comunista, con disciplina aceptó participar en la acción.
Este gran luchador ha fallecido el día 16 de diciembre a los 97 años de edad en Agen, Francia. Con él se va una parte de esa historia épica, fiel a los ideales republicanos y valientes hasta la muerte. Su trayectoria de entrega y lucha fue reconocida con las distinciones de Caballero y Oficial de la Legión de Honor de Francia, Caballero de la Legión de la República Polaca, Medalla de Lealtad a la República Española, Roseta del Primer Orden Nacional francés y Ciudadano de Honor de la ciudad de Foix.
Persona muy querida y admirada entre los exiliados, el comandante Robert será siempre recordado por su compromiso con la democracia y la libertad. Consideraba un deber rehabilitar la memoria de los que cayeron y testimoniar lo que vivió; seguiremos su ejemplo.